Lo encontre recien. Lo habia escrito hace unos meses y me acuerdo que no lo habia podido publicar. No quiero que quede en borradores. Quedo incompleto pero no podria terminarlo ahora, fueron sentimientos que salieron en el momento.

Por más que trate no puedo olvidarme de tus besos. Es verte y sentir mil cosas a la vez, incluidas el odio y la desesperación, la angustia y el amor. Es sentir que ya no puedo verte sin necesitar abrazarte, porque ya no se trata de querer. Y la distancia, esa distancia figurativa, aquella que no es real ya que estamos cerca... esa distancia por la que siempre sufri, por la que siempre lloré, por la que tanto te amé. Esa distancia hoy vive entre nosotros, porque ya no podemos estar juntos, porque el amor que nos teníamos se redujo, se contrajo, se disolvió. Y querer es poder, siempre pudiste verme, siempre pudiste besarme, siempre pudiste tenerme. Cuando se deja de querer es ese el momento en el cual el poder se hace eterno. Ya no podías verme, ni besarme, ni cuida(...)

Escribi y borre unas cuarenta veces.
Estoy totalmente perdida.

Incontrolablemente poseo escalofríos que nacen de mi pecho y se expanden por todo mi cuerpo. No, no contraje ninguna enfermedad. O quizás si, porque el amor sí lo es. Es raro cómo las personas (a.k.a yo) pueden transmitir sus sentimientos a través de su cuerpo. No apropósito, no, esos ya son otros temas. Hablo de aquellas reacciones involuntarias que el cuerpo realiza para comunicar, avisar, advertir. Es mi cuerpo gritando: 'AYUDA, VOY A EXPLOTAR!' Es mi estómago revolviéndose a causa de la angustia que no sólo me remueve las entrañas sino que también amenaza con estallar mi garganta, mis venas y mi corazón. Es interesante cómo cuerpo y alma se complementan, nunca antes lo había comprendido completamente. Soy una sola, con varias personalidades dentro, pero al fin y al cabo soy una sola persona, la cual recibe descargas eléctricas cada vez que alguien intenta hacerle daño, o la abandona, o la reemplaza. Y estas descargas eléctricas son eternas, incontrolables, inestables, me hacen querer gritar, llorar, dormir, recordar y volver a amar. ¿Cuál es el problema del ser humano? Incansablemente busca la felicidad pero no lo piensa dos veces a la hora de destruirse a sí mismo, ya sea por medio de uno o por medio de otros. Masoquismo. Siempre masoquista. Así soy yo, masoquista y psicosomatica hasta límites insospechados, por más que odie las descargas, vivo buscándolas, encontrándolas y amándolas. 

Luego de meses de no escribir, de no expresarme, estoy experimentando una mezcla de sentimientos que no es muy rara en mí. Descubrí que nunca puede estar todo bien, todo en orden, todo en su lugar como debe ser. El mundo es grande, pero no tanto como mi mente, aunque no estoy segura de que mi corazón fuera a soportar mucho más. ¿Qué está mal en mí? Qué fue lo que hicieron conmigo que ultimamente está todo errado en mi vida? Me gustaría poder decir que es mi alrededor el que siempre se equivoca, que es el mundo quien complica mi existencia y cuestiona cada tanto si no sería mejor que dejara de existir. Pero no puedo, ya no puedo mentir más. Nací y crecí rodeada de mentiras y secretos, y como concecuencia me convertí en una gran mentirosa. ¿Habrá sido mi error o el de alguien más? Todos Tenemos problemas solo que algunos no sabemos de qué manera enfrentarlos. En mi cabeza siempre tuve claro que ningún error se comete 'sin querer', esas palabras solo abarcan a los accidentes. De modo que siempre sostuve que quien se equivoca y luego se arrepiente es porque fue lo suficientemente estúpido como para no planteárselo dos veces de manera que ya desde el principio lograra su cometido de manera correcta, sin errores, ahorrándose la pena y la angustia de haber lastimado a terceros. Hoy ya no pienso así. Solo el cielo  sabe qué hizo que cambie de opinión. 

 Los últimos meses he cometido error tras error, siempre la misma piedra, jamás aprendiendo, llorando hasta el cansancio por aquel sentimiento de angustia provocado por el remordimiento y las ganas de rectificar, retroceder el tiempo, recordar quién realmente soy. Ya no quiero caer, ni quiero que otros caigan por mí. Quiero volver a ser yo misma, quiero volver a amar, volver a sentir, poderte mirar sin intentar ocultar la culpa que anega mis ojos en lágrimas. Quiero poder sentirte, sin sentir el remordimiento quemando mis venas. Te quiero recompensar con cada beso el tiempo perdido, sonreirte sin amargura en mis labios y enamorarte otra vez como lo hice hace dos años.

'Siento que me ahogo, algo falla en mí, no sé qué he hecho mal solo quiero salir de aquí'

Ya no lo soporto, es más fuerte que yo. Intento demostrar que todo está bien, pero es difícil mentirme a mí misma. Intente asegurarme de que nunca dejaría que nada ni nadie me echara hacia abajo, que mi felicidad depende de mí y nadie tiene el derecho de quitármela. Pero cuando uno se encuentra en una situación incontrolable, es casi imposible cumplir su objetivo: ser feliz. No sé definir con certeza lo que siento, no creo que sea culpa, ni lástima. Es algo más profundo, como si quisiera desaparecer de a momentos. No es que quiera, es que no lo soporto, es una carga muy pesada y yo vengo de recorrer un camino interminable, mis propias piernas ya no me sostienen y perdí el sentido de la orientación. Ya no sé dónde voy, de dónde vengo, cómo llegue hasta acá. Sólo un pequeño rayo de luz me guía, me orienta, me sostiene, y cada vez es menos nítido, su luz se deteriora y a medida que la luz desaparece, voy desapareciendo yo también. Estoy sola en la nada, me desespero, grito, lloro, muero. Muero porque no quedan ganas de vivir, porque no hay motivos, ya no hay excusas, porque quien no lucha no vive, y yo me quedé sin fuerzas para luchar. 

Aprovecho para decir que ayer me hice un twitter (caí en la tentación) asique todos que tengan y quieran me pueden seguir :) así yo también los sigo. @ailuambertin

Muero por volver a tenerte entre mis brazos, por besarte una vez más. ¿Quién iba a pensar que sería el último beso? Creí que te había olvidado, construí un muro en mi corazón donde ya no pudiera verte, recordarte, sufrirte, amarte. Te ví con la mirada vacía, vi como nuestros sueños se perdían, lo sentí. Derrumbé nuestro castillo de cartón, aquel castillo que no era perfecto pero aún así me sorprende ver que lo extraño, lo añoro, lo necesito. La vida pasa por delante de mis ojos porque la vivo sin ti, ya no la vivo. Creí que todo estaría bien, que tomar caminos diferentes era lo mejor, creí que ya no te necesitaba, creí que había concluido aquel capítulo de mi vida. Me equivoqué, todo este tiempo me equivoqué. Me equivoqué contigo, conmigo, con nosotros. Me equivoqué al pensar que sobreviviría, que ya no me importaría. Aún no defino con certeza lo que siento, es que no sé si volví a quererte. Lo único que tengo claro en mi mente es una palabra: soledad. Me asfixia a tal manera que lo único que veo es tu rostro, es lo único que me mantiene viva. Respiro tu perfume, veo tus ojos, me alimenta la esperanza de olvidar lo sucedido y volver a creer en ti, en mi, en nosotros.

Hagamos un borrón y cuenta nueva. Seamos como dos extraños que jamás se cruzaron, dos extraños  que sus destinos nunca se han juntado. No puedo pretender que no existes, la memoria queda intacta por más que quiera olvidarte. Por mas que lo intente, no te olvido. Es que no se olvida, sino que se supera, y yo creo que lo estoy haciendo. Admito que te extraño pero ¿qué caso tiene si ya no me amas? Excusas nos separaron pero ya no voy a llorar, no más. El destino lo quiso así, nuestras decisiones influyeron y hoy ya no podemos estar juntos. Las infidelidades no se olvidan, las peleas son inevitables y el amor siempre estuvo en peligro de extinción. Hoy por fin se extinguió por completo, el fuego ya no arde y las cenizas que quedaron son sólo recuerdos felices, los cuales ya no volverán. Quizás sea mejor así, recordar lo bueno e ignorar lo malo aveces duele, pero mejor sería no llorar porque terminó, sino sonreír porque sucedió. Sonreiré al escuchar nuestras canciones, te extrañaré en silencio hasta que mi memoria falle (ruego que lo haga) y ya no te recuerde. Sé que permaneceré en tu cama por las noches cuando no puedas dormir, sé que algún día te invadirá el recuerdo de nuestras tardes juntos y quizás te arrepientas, quizás quieras reparar el daño hecho, quizás me perdones de verdad. Pero quizás ya no quiera, ojalá ya no quiera, no quiero seguir atada a este tren sin frenos, no quiero atarme al ancla porque lo único que hace es hundirse y hundirse, me has hundido.

Motivada por el engaño y la tragedia me dejé llevar. Dominada por los impulsos de mi cuerpo fue imposible controlarme, imposible recapacitar. Era conciente del peligro que corría, era conciente del error que estaba cometiendo, pero aún así su cuerpo me invitaba a beber de él, a amarlo, a tenerlo. No tardé más de algunos segundos en darme cuenta del error que acababa de cometer. Es curiosa la sensación del arrepentimiento. Me atacó un sentimiento de culpa, remordimiento quizás, aquel que te carcome el cerebro y el alma, partiéndolos en diminutas partículas, imposibles de juntarlas todas. Tuve que enfrentar lo que había hecho, esta mentira no tenía cabeza ni pies. Y hoy, que comprendí lo que es perderte, te amo más que nunca. Te amo más que ayer, algo que creía imposible. Mi único propósito era que entendieras lo que era perderme, lo que era sufrir lo que sufrí en carne propia. Quería que te des cuenta cuánto me amabas, cuánto me valorabas. Si tu amor por mí era más grande que tu orgullo, entonces me perdonarías, entonces me amarías más que antes, entonces ya no querrías perderme, entonces me cuidarías y respetarias hasta el final. Funcionó.

¿qué hacer ante la duda, la indecisión? ¿Qué hacer contigo si ya no sé qué hacer conmigo? Ahogarme en llanto por estar perdida, sin ningún cable que me ate a Tierra pero tampoco soy libre. Me siento enjaulada sin dirección, donde el paisaje se pierde en la negrura de las dudas y la desesperación. Estar convencida de algo pero luego llorar porque tus deseos se hicieron realidad, ese es parte de mi plan no planeado, parte del destino que nos rodea. Me dejé de querer por amarte, hoy solo quiero tener las fuerzas necesarias para dejarte y así yo poder salvarme.

¿Cómo fue que te dejaste engañar? ¿Con qué argumento creíste que esta vez sería diferente, que ahora sí te amaría de verdad? ¿Por qué te debilitaste, por qué dejaste que se mojara tu castillo de cartón? ¿Cómo es posible que te hayas vuelto tan frágil, dejándote envolver en sus redes, como mosca en telaraña? Te dejaste engañar, como si quisieras ser engañada. Te dejaste mentir, te creíste cada una de sus palabras. Palabras vacías, sin sentido ni argumento. Sobornaste a tu orgullo por algunas miradas sin expresión alguna. Te engañaste a vos misma, creyendo ver cosas que no existían y defendiendo mentiras que no te correspondían. Supusiste que jamás volvería a fallarte, que te amaría sin límites como jamás amó a nadie. ¿Qué te hizo pensar que la gente cambia? ¿Qué te hizo creer que merecías ser amada? ¿Acaso viste la sinceridad en sus ojos cuando te decía que te apreciaba? ¿Acaso creíste en sus labios cuando sólo te besaban cuando te necesitaban? Y ahora dime: ¿qué se siente ser usada, maltratada y manipulada? Quiero saber, reconocer los síntomas de esta horrible enfermedad. Enfermedad que te ahoga, asfixia pero aún no te mata. Solo quiere ver tu sufrimiento, te aniquila paso a paso, recorriendo cada parte de tu ser, provocándote los más interminables escalofríos, aquellos que te erizan la piel hasta desprenderla de tu cuerpo. ¿Qué mejor remedio que ya no esperar nada de nadie? Así al menos te ahorras el trámite de querer ahogarte en un mar sin fondo ni orilla, en un mar turbio de recuerdos en vano.