De: mi
para: ti
Enviado: 26 de Abril de 2011
(bueno, enviado no, no tengo los ovarios necesarios)

No estamos bien. ¿Qué pasa? Si hablamos es sólo para discutir, para celarte. Y es tan difícil para mi, sabiendo que en tu vida no soy tan importante como lo sos vos en la mía. Decirte que te amo con cada hueso mío es como decirte claramente mis debilidades: vos, tu cuerpo, tu alma y vos. Dejé que hicieras y deshicieras todo a tu antojo, te traté como a un rey, sólo esperaba ser tu reina. Jamás lo fui ni voy a serlo nunca, siempre esclava, esclava de tus palabras y tus caprichos. Esclava porque cuando yo moría por verte vos NUNCA estuviste para mí, pero siempre yo para vos (tan atenta a tus necesidades). Y me odio, me odio por no tener la suficiente fuerza para dejar de amarte, me odio por no tener orgullo cuando te acercas a mí tratando de robarme un beso, cuando tus manos tocan mi cintura, me odio por eso y mucho más. Siempre te amé hasta límites insospechados cuando vos buscabas otra cosa totalmente diferente: aquello que no se relaciona con el amor ni la ternura. Ya no quiero mendigar por tu perdón cada vez que reclamo algo, ya no quiero tener que maltratarme cuando me maltratás, ni odiarme cuando te amo. Sinceramente no lo soporto, ni mi mente ni mi cuerpo están preparados para soportar mucho más.